Molimentales del Noroeste y Prodesa se convierten en los nuevos verdugos ecológicos del pueblo
Por Claudio Tiznado
La contaminación ya encontró carta de naturalización en Estación Llano y al parecer el problema ambiental va para largo, en detrimento, nuevamente, de la calidad de vida de sus habitantes.
Las primeras molestias las ocasionó la empresa Constructora Más con sede en Navojoa, que operaba una planta de chapopote, cuyo proceso de combustión al mezclar arena y aceite contaminaba y afectaba la salud de sus moradores a través del humo, la cual fue cerrada en definitiva; hoy la gente de esta comunidad se enfrenta a otro tipo de problema: el polvo que genera la Mina San Francisco que opera la empresa Molimentales del Noroeste.
Dicha compañía, de capital extranjero, es en la actualidad –aunque ya lo era desde que inició operaciones- la principal contaminante del medio ambiente en ese poblado dependiente de Santa Ana.
Por un lado, dicha compañía genera enormes cantidades de polvo que se esparcen por el aire al tronar con dinamita los cerros donde se encuentra el metal, pero también provoca por otro lado, contaminación auditiva, misma que provoca que muchas viviendas se estén cuarteando.
Dichas tronadas se realizan a toda hora, inclusive a altas horas de la noche, según lo ha documentado el periódico El Norte, lo cual es a todas luces ilegal. Ese es sólo uno de los lados de la carátula.
El otro aspecto tiene que ver con las cientos de toneladas de metal que diariamente, y a través de enormes y pesados camiones de volteo, se mueven dentro de los espacios de explotación de la mina y se vierten en una especie de voladeros ubicados a menos de un kilómetro del pueblo, lo que obviamente provoca una enorme nube de polvo que cubre las viviendas de Estación Llano.
Ese grotesco paisaje provocado por la mina se puede apreciar al circular por la Carretera Internacional de Benjamín hacia el Norte o de Santa Ana hacia el Sur.
De acuerdo a fuentes que laboran dentro de la misma compañía minera, dicho material provoca polvo al verterse porque los directivos de la minera encabezados por el gerente José Alfredo Barraza Lozano, no riegan el material al cargar los camiones pesados, lo cual sí hacía Geomaque de México, empresa que anteriormente operaba la mina.
Y lo que viene a potenciar el problema, es la falta de riego en las calles más transitadas del pueblo, prestación a la que se comprometió Barraza Lozano ante sus habitantes antes de iniciar los trabajos de explotación, promesa que quedó sólo en palabras huecas y sin sentido.
Además, se sabe que dicha compañía tiene un medidor de impacto ambiental en las instalaciones del centro de salud de la comunidad, pero nunca informan de los resultados del mismo, para variar.
Eso en lo que tiene que ver con Molimentales del Noroeste o Timins Gold. Por otro lado, hay otra empresa que también está haciendo de las suyas en los terrenos donde operaba la Constructora Más, denominada Prodesa, propiedad de un empresario llamado Alejandro Astiazarán. Dicho corporativo explota a su vez los patios que alguna vez trabajó Geomaque de México.
El problema se debe a que Prodesa instaló en el terreno en mención ubicado a unos cuantos metros al Sur del pueblo, donde antes se ubicaba la planta de chapopote, unas enormes cribas para cernir el material que se traen de la mina para extraer oro, donde en vez de palas comunes y corrientes utilizan maquinaria pesada.
Ese proceso, de nuevo, propicia grave contaminación por polvo, que cubre a todo el poblado, y así sucesivamente esto se convierte en un problema que no llega a su fin, por lo que urge redefinir el rol de dichas empresas y su responsabilidad social con el pueblo de Estación Llano.
